"SoloAlas"

Y no soy para nada un... ángel. Aun sigo viva.

sábado, 13 de abril de 2013

Tú energía...










Tú energía...


En la vida... Lo primero que haces es construirte, ya en el interior de tu madre.

Te creas, tus células, se van uniendo una a una... para ser tú.

Te das color, te das formas, lentamente, te trabajas todo lo físico, te eliges.

Esto lo haces durante todos los días, los minutos, los segundos, de esta vida.
Curiosamente una de las primeras partes que nos formamos, es el corazón, donde nos duele lo que más nos duele y donde nos engrandece, nos eleva, donde brillamos, donde vibramos.
Pero quien me diga que ya antes de todo eso, no hay emociones, que antes de crearse el cerebro no hay sensaciones, inexplicables, pero las hay... miente descaradamente.
Soy madre, he llevado a dos hijos en mi interior y mi cuerpo ha reaccionado desde pocos días después del embarazo. 
Te contagias de la magia del ser que llevas dentro, te humanizas, la sensibilidad está a flor de piel, por eso ese vinculo es único, lo siento hombres, podéis amarlos más incluso que algunas madres, pero nuestro cordón umbilical es único y exclusivo de las madres para con sus hijos y de hijos para con sus madres.
Volviendo a lo que intentaba decir, ya en el interior, lloras, ríes, sueñas, te estremeces, sientes miedo... amor.
Naces amando como un loco, amando en principio a la vida, luchando, si no fuera así, nadie soportaría el dolor de nacer. Amando la primera cara que ves y que te resulta tan conocida, esa voz que te ha susurrado, durante nueve meses, amas con verdad, sin propuestas, sin pedir una tarjeta de crédito.
Emerges a la vida, desnudo, no traes nada a este mundo, lo mismo que te llevas, nada físico, nada palpable, pero... si traes ganas de que te amen, ganas de que te abracen, de que te alimenten, ganas de alimentar tu propio amor, tu placer y tu calor corporal. 
Quien me diga que las emociones no emocionan, incluso antes de formarte, que las sensaciones, no se sienten, antes incluso de crear tu cerebro. Quien me diga que parte de ti, no lucha... desde el segundo cero, por vivir, cuando esa parte va directa al óvulo, en la mayor y más importante carrera... de nuestra vida, es que es ciego de alma.
Y quien puede rebatirme que después de eso, no hay lo mismo. No hay esa misma "energía" inexplicable, que no vienen en los libros de facultad, a la que llamamos alma, que antes de crearnos ya existía sin dudas. 
Para mi seguirá y se volverá a crear un cuerpo físico, en otro momento, en otro tiempo, en otra vida, para vivir, para experimentarse, para ganar batallas, hasta haberlas ganado todas, todas y cada una de ellas. Pero esto lo hará cuando deje de estar preocupado por los suyos de aquí.
Cuando eso ocurra, nuestra energía descansará al lado de todas la energías amigas, conocidas, amadas y desde allí, harán magia para los que estamos aquí. 
Y eso tampoco nadie puede discutírmelo  porque todos los que hemos perdido a alguien amado, los hemos sentido completamente en nuestro interior, sin duda alguna. Nos dejan un poquito de esas energías propias, para seguir luchando por vivir.
A ti Papá, a ti abuela María, a ti abuelo diego, a ti primo de mi alma... José Antonio, a ti tita Rocío, a ti tito Juan, que sin ser de mi sangre, te quise con mi alma, por tu grandeza, a ti tito Pepe, a ti tito Salvador, noble... a ti tito Epi, a ti abuela Ana, dulce... A ti abuelo Salvador, sin llegar a conocerte, siempre presente en mi padre, a ti tita Amparo... dulzura. A ti tito Pepichi, risas de mi infancia, a ti tita Paquita, a ti María del Mar, injusticia, con tanta vida. Y ahora a ti Valen, por abrir mis ojos y mi corazón.
"SoloAlas"


No hay comentarios:

Publicar un comentario