Aquello no pudo ser, pero hoy le doy las gracias a él especialmente, porque me hizo sentir como muy pocos hombres o quizá ninguno, me han hecho sentir. Me animó, me admiró, y me dio confianza en mi misma.
Perderle fue muy duro, quizá es que nunca le tuve. Pero después de una larga recuperación, me siento fuerte, quizá no tan impulsada y emocionada, más madura puede.
Aquello arrastró a muchas personas, relaciones que no eran consolidadas, aunque duraban desde hacía años, se rompieron.
La ruptura fue porque tenía que ser, un consejo, no dejéis jamás que la gente se entrometa en vuestras vidas, de aquello no me arrepiento para nada. Me quité de encima personas que eran muy rápidas en juzgar y en sentenciar. Personas que buscaban adjetivos hirientes para cualquiera, nada más darse la espalda.
Insultar es muy fácil, sobre todo cuando no se tiene nada mejor que hacer.
Me llamaron puta, abiertamente y también con insinuaciones rodeadas de cobardía , por aquí por la red, cosa, que a mi, si soy sincera no me importa, pero que me parece un descubrimiento más de la clase de personas que podían llegar a ser.
Como parte de mi culpa, creo que en aquella fase de mi vida, estaba un poco arrogante y prepotente, yo que siempre había visto eso como un gran defecto, sin querer, lo estaba siendo.
Hice daño también, especialmente a el, y me ha arrepentido cada uno de los días que han pasado de estos cinco años, no se lo merecía.
Después de aquello, apenas he estado con hombres, me cuesta mucho, no porque no le haya olvidado, que no lo he hecho. Si no porqué, siento que no quiero entregarme a cualquiera, el cuerpo se acostumbra al no sexo, y pasados unos meses, no tienes torturas físicas.
Lo malo de esto, es que cuando llevas mucho tiempo, como es mi caso, tan solo pensar en una relación sexual, te da miedo, vértigo, no sabes si vas a estar a la altura, o si te vas a desmayar en cuanto te coja una teta, jajajajaja.
Es muy difícil encontrar a alguien que haga que tu formula matemática se dispare, que haga que no sientas ni una sola duda, de querer entregarte a él.
He hecho los deberes, me he mantenido serena, he dejado salir a mi parte espiritual, me he cubierto de mimos, de cariño. He perdonado historias antiguas, que en el fondo de mi corazón, no estaban perdonadas y eso me estaba matando.
Creo que ahora soy un poco más sabia y menos puta, frase dedicada a aquellos que desaparecieron de mi vida en aquel momento.
Nunca me importó ser o no una mujer fácil, una mujer que cobre por caricias, lo fui como muchas de vosotras, que os entregáis a cambio de una estabilidad o de mil razones más, y ninguna se asemeja al amor. Pero sinceramente, a veces es una cuestión de no saber que capacidades se tienen, y otras es por sentirte deseada, amada entre muchas comillas. Por las que sean, yo también lo hice, así que no soy quien para valorar o juzgar.
Quiero hablar de aquel amor, si habéis llegado hasta aquí, es porque no os pasa como a mi, yo cuando veo un texto muy largo y apenas tengo tiempo, apenas lo leo.
Aquel amor como he descrito en muchos de mis textos, fue pura química, fue el despertar de los sentidos, que es tan importante como el despertar de la conciencia. El se mereció aquello, se mereció cada una de mis caricias, cada vez que temblé, o que me subía al cielo sin permiso de nadie. Se mereció cada una de mis sonrisas y de mis lágrimas. Yo nunca me había sentido tan mimada, tan deseada, cuando sus ojos me miraban en la intimidad, aunque el dijo que no era así. Yo solo veía en esos ojos... amor.
Puede que lo que yo viera, fuera en parte culpa mía, por mis necesidades, por mis carencias y traumas, no lo sé, eso jamás lo sabré. Si aquello fue producto de la realidad o no. Espero saberlo algún día...
Yo no me merecía perder otra vez, en serio, es lo primero que te dices, es la primera frase que te viene a la cabeza. Y piensas una y otra vez, si yo no soy una mala persona, si yo he intentado no pedir, no he pedido, he mantenido las formas, he intentado encubrir este amor, a pesar de querer gritarlo como una loca, incluso se lo intentaba ocultar a él, porque sabía que huiría, los hombres, y no me preguntéis porqué, en cuanto ven una mujer enamorada, salen despavoridos, jjj, no todos gracias a Dios.
Me arrojé al fango, a pesar de atarme los pies y las manos a la balaustrada, pero mis alas siempre han tenido mucha fuerza y es imposible controlarlas.
Cada vez que me besaba, yo no estaba aquí, yo no estaba en este mundo. Mis pies se elevaban, subían y subían y mi mente se nublaba. Me encantaba el sabor de su aliento, me comí cada uno de sus suspiros, y de sus risas, me encantaba besarle cuando reía a carcajadas, jajajaja. Nunca y esto es en serio, había estado con un hombre, que al llegar el momento culminé, riera a carcajadas de esa manera tan bonita, a mi, eso me pareció mágico.
No quiero herir a nadie con esto, no quiero ver fisuras en ninguna relación por esto, aquello ya pasó, y creo que se demostró con creces con quien quería estar el, lo juro que he intentado respetarlo al máximo, pero esta también es parte de mi historia.
Una historia que a veces y cuando me da la gana, cuento a quien quiero y son muy pocas veces.
En fin, que seguiré sin tener sexo, que pena, porque un buen polvo no me vendría mal, esto no es un reclamo que conste, pero me da miedo que las paredes vaginales se me atrofien, eso dicen los médicos, jijiji.
Sin más por hoy, esta loca de la vida, que cuando le dan los puntos raros, cuenta hasta lo más intimo, eh schhh, porque le sale del coñ... contarlo.
Os quiero
"SoloAlas"
