"SoloAlas"

Y no soy para nada un... ángel. Aun sigo viva.

martes, 10 de noviembre de 2015

"SoloAlas" El arte del erotismo. 29


Fotografía de Miriam Franco Perez.


Allí estaban, señalé a David con el dedo la sala de reuniones, para que se metieran allí, lo hizo automáticamente, uf, que mala leche llevaba encima.
Me fui directa a hablar con Sara.- Nena ¿Que ha pasado?. Sabía que todo bien, pero quería los detalles.
Perfecto. Me explicó que una de las musas de la sala Kasmijá, se había encargado de la parte de Zaira, que había pedido disculpas y aplicado el descuento y que hasta ese momento no había ninguna protesta, todos contentos. Respiré.
Ahora sí, ahora ya estaba dispuesta a escuchar propuestas, a imaginar, a crear, a devolver mis alas a la tierra...
Y eso hice entré en la sala de reuniones, decidida a oir, me encontré con tres pares de ojos mirándome, los de Daniel eran tan profundos, que pensé que había entrado desnuda.
.- Lo siento, mil disculpas. Parece que el destino está empeñado en hacerme quedar mal delante de usted. Lo hice acercando mi mano a la suya a modo de saludo.
.- Si vamos a trabajar juntos, tutéeme por favor. Contundente...
.- Lo mismo le digo, siéntese por favor y vamos a ver que nos trae hasta aquí.
Explico de una forma muy natural, que él, a veces, por sus negocios, sin entrar en detalles, se veía en la obligación de celebrar algunos eventos, que no podía evitar inmiscuirse en ellos. Que tenía la fea costumbre de quererlo todo perfecto y eso hacía que personalmente se encargara de escoger el sitio y a las personas responsables de organizarlo.
Mientras hablaba lo entendía perfectamente, lo que no entendía era la manera en que Patricia, lo miraba...
Era guapo, pero no para tener esa sonrisa tontona en la cara, me dieron ganas de preguntarle.- Patricia, ¿te estás enterando de algo?.
Sacudí la cabeza, a lo mío.
Aclaró que quería el "SoloAlas" y sus musas para ellos solos, sin límite de horas, hasta la madrugada seguramente, que irían de sala en sala, puede que en grupos de dos o tres... ¿Placientes, les llamáis?, asentí.
Que no querían cena, la cena, ya estaba concertada, si copas y cocteles, sin límites.
Recinto cerrado al público, a miradas, a periodistas sobre todo... y recalcó que, fundamentalmente lo que querían era diversión, sin más.- No importa el precio, incluso puedo pagarlo por adelantado, pero si es así quiero garantías.
Sin límite de gastos... por fin lo oía.
Me dieron ganas de besarlo, ahora la de la risa tonta era yo...
.- He visto el exterior del "SoloAlas", algún amigo me ha hablado del interior, de alguna sala en concreto, pero antes del sábado quiero probarlas todas, quiero ver que se hace en ellas... y prefirió no continuar.
Nos tocaba el turno a nosotros, dejé a David que tomara la iniciativa.- Por supuesto, que puede hacerse, pero tenemos que saber exactamente, cuantos, hora y poco más.
Me tocaba.- Hay una cosa que debe saber, aquí no tenemos contacto sexual completo, no hay penetración. No dejamos que las musas tengan ningún tipo de contacto fuera del "SoloAlas" con los placientes, aunque eso a veces es irremediable, si lo descubrimos... van fuera. A los placientes le pedimos lo mismo, que eviten el contacto con ellas, fuera. Así que si buscas que tus "amigos", tengan eso, aquí o bien fuera en sus hoteles, una vez finalizada la fiesta. Este no es el sitio.
Pasado unos segundos, continué al ver que él ni se inmutaba.
.- Cada sala tiene varios rituales y un especial, el ritual estrella. Serán informados completamente, de las normas y reglas que deben respetar en cada sala, del servicio que las musas realizan... no, como tampoco, se les enseñaran a las musas para que escojan, aquí se elijen salas y rituales, no chicas. Si vas a ver las salas y a probarlas... tendrás que pagarlos aparte y ajustarte a nuestras condiciones. Si no, encantada y en otra será.
Soltó una carcajada sonora, dejándonos con cara de asustados.- Por supuesto que pensaba pagarlos...señorita SoloAlas, tienen sus normas y las acataremos, yo el primero. Pero hay una condición. Y se acercó a mí, mucho, a pesar de lo enorme de la mesa, le sentí demasiado cerca.
.- Quiero que en mis pruebas, además de las musas, me acompañes tú, para verlo todo desde tus ojos, para sentirlo como tú lo sientes.
Hicieron falta segundos, minutos, días, años, para olvidarme de aquella frase...
Reaccioné al fin.- Patricia, mirándola a ella, rogándole con los ojos, estará encantada de enseñarle todo.
.- Por supuesto que sí, conmigo se lo va a pasar bomba. Sonreía provocadora.
.- No, de eso nada, quiero tus alas.
No pude contestar, David lo hizo por mí, le aseguró de que no había problemas, que sería así. Que debíamos empezar aquella misma tarde, si quería conocer todas las salas, en total ocho, con el jardín.
Mandó a Patricia traer el organizador, donde anotábamos salas, horas, placientes, para ver cuál y a qué hora, estaba libre. Había un par de ellas y el jardín, pero Neiko estaba ocupada.- La sala Rosa, la musa de esta sala, no participa, solo trabaja con mujeres, le aclaró David, lo hará otra. Y Kasmijá.
Yo rezaba porque no cogiera Kasmijá. Eli, cinco musas, bueno ahora cuatro y yo, para ese tío solo... Después de la experiencia, las demás iban a parecerle un sucedáneo.
Me miró y dijo.- Aconséjame, que estás muy callada. Estaba rogando con los ojos que le ayudara a participar con él en aquello, a acompañarle, compartirlo y yo ni me daba cuenta, solo veía a un tío que quería pasárselo bomba e intimidarme.

.- Rosa, de musa yo. Se iba a enterar... a ver quién intimida a quién.

Es difícil hacerte a la idea en un par de horas que vas a volver a dar un masaje y mucho menos si tienes que prepararlo todo, no había vestuario para mí.
No sé describir mi cuerpo, tengo la manía de verlo desde arriba y todo me parece imperfecto, de frente en un espejo o en fotos, me gusto más.
Solo puedo decir que cualquier hombre con el que he estado, se le ha notado a leguas, lo que le gustaba mi culo, alguno me ha hablado de la piel, del pecho, pequeño pero eso depende del gusto. En fin, que a pesar de mi edad, ser madre de dos hijos, sigo estando buena. Aunque sé que eso es lo de menos.
Ni teniendo la criada de Escarlata O´Hara, atándome los cordeles del corsé de Anna, hubiera conseguido enfundarme en el, Anna tiene una cintura de avispa y de pecho me quedaba enorme.
Así que en dos horas, compras y prepararme para el reto, sin dejar de atender el negocio, odio el móvil...
Mi sobrina Esther y yo, nos fuimos a una tienda de lencería, una tras otra, hasta que encontramos algo decente, decente para la ocasión.
Una ducha rápida, sin tiempo de recrearme con el agua, maquillaje, peinado, vestuario y tacones... ¿Tacones?, no había caído en eso...
Faltaban cinco minutos y no sabía con que adornarme los pies...
Me probé todos los tacones de las chicas que podían entonar con el vestuario, imaginaos, tengo un 41, un pie enorme y nada erótico, ninguna pasaba del 39, conseguí meterlos en unas sandalias de cristal, de María. Y así, con el pie oprimido hasta dolerme la columna, bajé.



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