Y... te abrí mis piernas.
Hemos tenido tiempo de amarnos... pero lo hemos perdido, tocándonos,
besándonos y descubriéndonos la piel... cubriéndola a la vez... con deseo.
Hemos machacado las estrellas a gemidos y aireado nuestras
ropas en la noche, en vez de adorarnos, nos hemos... comido vivos.
Podías haber pronunciado promesas, pero, perdías tu tiempo
ardiendo entre mis brazos, sin darte cuenta de que yo... ardía contigo.
Si algo estaba húmedo... no eran mis ojos y si algo latía,
no era el corazón...
Pude abrirte la puerta de mi vida, abrí mis piernas y
entraste en mi cuerpo... Gracias a Dios...
"SoloAlas".
Que fuerte pero bonito
ResponderEliminarQue fuerte pero bonito
ResponderEliminarQué interesante "entrada"
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