Playamar ayer a las ocho de la mañana... no se puede ser más bonita, Málaga.
Fotografía de Cristina SoloAlas.
Una de las canciones más hermosas que oído jamás y eso que no entiendo lo que dice, pero me llega directamente al alma.
Tu recuerdo...
Fue
tan dulce que pasará a mi historia personal, a sumarlo a mis recuerdos. Y
seguro que inspirará muchos de mis textos, ya lo ha hecho, desde el primer
día... Una batalla a besos.
Tan
intenso, que desprenderme de ello... ha roto una de mis alas. Me ha costado
enfrentarme a mí misma, reconstruirme, cuidarme, mimarme y abrazar a mi niña
que lloraba desconsolada por tu marcha.
Olvidé
en tus brazos el dolor de la vida y en el cielo los azules eran mucho más
azules. No me di cuenta de lo duro, de lo injusto, de la pesadez, porque entre
tus brazos, vivía elevada.
Contigo,
vibró cada milímetro de mi piel, cada hueso se extendió , se alargó y se acopló
a ti... en cada abrazo. Y en cada beso me juraba más y más, sin poder evitarlo.
Sin poder frenarme.
En
muchos miles de segundos, no hicieron falta palabras, el silencio era mágico,
hermoso. Nuestros cuerpos se lo decían todo.
Mis
ojos se entrecerraban mirándote, tu luz casi me cegaba y no podía evitar
comerte con los ojos. Y después, cuando el mundo dejaba de mirarnos, hacer
realidad ese juramento de comerte...
No
habían sueños, ni metas, no habían propósitos, solo amarte y que me dejaras
hacerlo. Pero a veces... simplemente no se puede.
Solo
quererte, de cualquier manera, en cualquier forma, quedarme con algo...
Y
al final me he salido con la mía, me queda tu recuerdo...
"SoloAlas"
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