Fotografía y maquillaje de Myriam Franco Perez.
En
la vida... Lo primero que haces es construirte, ya en el interior de tu madre.
Te
creas, tus células, se van uniendo una a una... para ser tú.
Te
das color, te das formas, lentamente, te trabajas todo lo físico, te eliges.
Esto
lo haces durante todos los días, los minutos, los segundos, de esta vida.
Curiosamente
una de las primeras partes que nos formamos, es el corazón, donde nos duele lo
que más nos duele y donde nos engrandece, nos eleva, donde brillamos, donde
vibramos.
Pero
quien me diga que ya antes de todo eso, no hay emociones, que antes de crearse
el cerebro no hay sensaciones, inexplicables, pero las hay... miente
descaradamente.
Soy
madre, he llevado a dos hijos en mi interior y mi cuerpo a reaccionado desde
pocos días después del embarazo.
Te
contagias de la magia del ser que llevas dentro, te humanizas, la sensibilidad
está a flor de piel, por eso ese vinculo es único, lo siento hombres, podéis
amarlos más incluso que algunas madres, pero nuestro cordón umbilical es único
y exclusivo de las madres para con sus hijos y de hijos para con sus madres.
Volviendo
a lo que intentaba decir, ya en el interior, lloras, ríes, sueñas, te estremeces,
sientes miedo... amor.
Naces
amando como un loco, amando en principio a la vida, luchando, si no fuera así,
nadie soportaría el dolor de nacer. Amando la primera cara que ves y que te
resulta tan conocida, esa voz que te ha susurrado, durante nueve meses, amas
con verdad, sin propuestas, sin pedir una tarjeta de crédito.
Naces
desnudo, no traes nada a este mundo, lo mismo que te llevas, nada físico, nada
palpable, pero... si traes ganas de que te amen, ganas de que te abracen, de
que te alimenten, ganas de alimentar tu propio amor, tu placer y tu calor
corporal.
Quien
me diga que las emociones no emocionan, incluso antes de formarte, que las
sensaciones, no se sienten, antes incluso de crear tu cerebro. Quien me diga
que parte de ti, no lucha... desde el segundo cero, por vivir, cuando esa parte
va directa al óvulo, en la mayor y más importante carrera... de nuestra vida,
es que es ciego de alma.
Y
quien puede rebatirme que después de eso, no hay lo mismo. No hay esa misma
"energía" inexplicable, que no vienen en los libros de facultad, a la
que llamamos alma, que antes de crearnos ya existía sin dudas.
Para
mi seguirá y se volverá a crear un cuerpo físico, en otro momento, en otro
tiempo, en otra vida, para vivir, para experimentarse, para ganar batallas,
hasta haberlas ganado todas, todas y cada una de ellas. Pero esto lo hará
cuando deje de estar preocupado por los suyos de aquí.
Cuando
eso ocurra, nuestra energía descansará al lado de todas la energías amigas,
conocidas, amadas y desde allí, harán magia para los que estamos aquí.
Y
eso tampoco nadie puede discutirmelo, porque todos los que hemos perdido a alguien
amado, los hemos sentido completamente en nuestro interior, sin duda alguna.
Nos dejan un poquito de esas energías propias, para seguir luchando por vivir.
A
ti Papá, a ti abuela María, a ti abuelo diego, a ti primo de mi alma... José
Antonio, a ti tita Rocío, a ti tito Juan, que sin ser de mi sangre, te quise
con mi alma, por tu grandeza, a ti tito Pepe, a ti tito Salvador, noble... a ti
tito Epi, a ti abuela Ana, dulce... A ti abuelo Salvador, sin llegar a
conocerte, siempre presente en mi padre, a ti tita Amparo... dulzura. A ti tito
Pepichi, risas de mi infancia, a ti tita Paquita, a ti María del Mar,
injusticia, con tanta vida. Y ahora a ti Valen, por abrir mis ojos y mi
corazón.
"SoloAlas"
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